CORTE DE AGUA EN OSORNO

Copia de carta enviada a medios de prensa

CORTE DE AGUA EN OSORNO

Sr. Director:

Si bien el grave corte de agua en Osorno aún no termina y muchos antecedentes recién se están recabando para las distintas investigaciones que se iniciarán, quisiera hacer un breve análisis en base a lo que los medios de comunicación han informado a la ciudadanía.

En primer lugar hay que mencionar que conforme al glosario oficial, lo ocurrido en Osorno constituyó un desastre, dado que se produjo una interrupción grave en el funcionamiento de una comunidad y la respuesta excedió las capacidades locales e incluso las regionales. En relación a la empresa ESSAL, es dable suponer que sus planes de contingencia o de continuidad operacional subestimaron las amenazas y por lo tanto la respuesta fue lenta y dificultosa. De acuerdo a lo que varias autoridades fueron declarando al paso de los días, se puede estimar que el empleo de los Comités de Protección Civil (CPC), instancia en la que organismos públicos y privados preparan las medidas de prevención y planes ante una emergencia o desastre, no funcionaron cuando debían o bien sus reuniones no tuvieron los alcances que de ellas se esperan.

Refuerza el último aspecto, el hecho que ESSAL, ya en medio del corte del suministro de agua, no fue capaz de ir entregando una información certera y por el contrario la superintendencia de servicios sanitarios la catalogó en un momento de difusa, dejando en evidencia que la empresa, filial de AGUAS ANDINAS, no contaba con un comité de crisis que actuara oportunamente. Esta situación incluso llevó a que el propio Presidente hiciera un anuncio de reposición del suministro, mismo que debió ser interrumpido solo horas después a parte de la ciudad.

En lo ocurrido también no se puede dejar de lado el análisis de las fiscalizaciones que la autoridad debe haber realizado a ESSAL, así como las previsiones en las distintas planificaciones de emergencia tanto a nivel regional, provincial y comunal.

La reducción del riesgo de desastres (RRD) y la Gestión del Riesgo de desastres (GRD), que considera la ejecución de estrategias y acciones para controlar y reducir los riesgos, constituyen todavía un tema pendiente en Chile; episodios como el de Osorno demuestran que falta mucha coordinación, y las plataformas o grupos de trabajo deben obligatoriamente replicarse en cada una de las regiones, no sólo en la capital, y la mejor demostración es lo que acaba de ocurrir en la región de los Lagos.

 

JOSÉ RAÚL ASTROZA MUÑOZ
Magíster en planificación de gestión del riesgo de desastres

 

Foto: T13

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